Acto de presencia
Texto por: Humberto Moro - Subdirector artístico y curador senior
El trabajo de Priscila Fernandes ha cuestionado durante mucho tiempo las nociones de juego y ocio en contraposición a los conceptos de trabajo, labor y productividad. El ocio, según la investigación de Fernandes, responde en gran medida a los deseos de sociedades particulares para aliviar sus frustraciones, decepciones y represiones. El arte, por otro lado, opera en el límite entre el trabajo y el juego, donde el quehacer de un artista puede ser leer poesía, visitar un museo o ver películas. En el siglo XX, las vacaciones y feriados pagados fueron introducidos para crear una economía del ocio, integrándolo en la maquinaria de la productividad. Para explorar las paradojas y contradicciones encontradas en el tiempo libre y las observadas entre el trabajo del artista y el del individuo perezoso o improductivo, en 2017 Fernandes comenzó a seguir la evolución de las actividades recreativas y a registrar su relación con los movimientos artísticos, asociando, por ejemplo, la invención de las primeras albercas inflables con los performances antropométricos de Yves Klein.
En este espacio, Priscila presenta su investigación a través de una cronología, un documento de trabajo alimentado continuamente por la artista, que conecta la historia del arte y del ocio mediante coincidencias lúdicas entre los artefactos de recreación y arte. Acompañando la línea de tiempo, Fernandes ha desarrollado bocetos, dibujos y collages, para explorar esta relación. Los bocetos y dibujos presentados son parte de su investigación, que también se ha transformado en conceptos para un trabajo de vídeo episódico para televisión. Incluso si correlación no significa causalidad, la línea de tiempo un tanto académica, un tanto ficticia, crea la sensación de que no podría haber arte sin juego.
La investiagicon se ha desarrollado con el apoyo de CBK Rotterdam, Países Bajos.
El trabajo de Priscila Fernandes ha cuestionado durante mucho tiempo las nociones de juego y ocio en contraposición a los conceptos de trabajo, labor y productividad. El ocio, según la investigación de Fernandes, responde en gran medida a los deseos de sociedades particulares para aliviar sus frustraciones, decepciones y represiones. El arte, por otro lado, opera en el límite entre el trabajo y el juego, donde el quehacer de un artista puede ser leer poesía, visitar un museo o ver películas. En el siglo XX, las vacaciones y feriados pagados fueron introducidos para crear una economía del ocio, integrándolo en la maquinaria de la productividad. Para explorar las paradojas y contradicciones encontradas en el tiempo libre y las observadas entre el trabajo del artista y el del individuo perezoso o improductivo, en 2017 Fernandes comenzó a seguir la evolución de las actividades recreativas y a registrar su relación con los movimientos artísticos, asociando, por ejemplo, la invención de las primeras albercas inflables con los performances antropométricos de Yves Klein.
En este espacio, Priscila presenta su investigación a través de una cronología, un documento de trabajo alimentado continuamente por la artista, que conecta la historia del arte y del ocio mediante coincidencias lúdicas entre los artefactos de recreación y arte. Acompañando la línea de tiempo, Fernandes ha desarrollado bocetos, dibujos y collages, para explorar esta relación. Incluso si correlación no significa causalidad, la línea de tiempo un tanto académica, un tanto ficticia, crea la sensación de que no podría haber arte sin juego.